lunes, 23 de noviembre de 2009

ALGUNO DE LOS FRAUDES QUE MAS NOS DESCONCIERTAN


Fuimos contratados para una mediana empresa en Guatemala, conforme planificamos la auditoria, conocimos a una persona a quien describimos como cordial, atenta, amigable, solidaria, con buenos princios y un cúmulo de virtudes, donde se requería apoyo, dicha persona estaba siempre atento para brindarlo incondicionalmente.


No era difícil quererla, derivado a todas sus cualidades, las que le valió para hacerse de muchos amigos y aliados dentro de la organización.

Teniendo tantas cualidades, pasaba por desapercibido su alto estatus de vida, bienes materiales, lujos, etc.

Como parte de la asesoría, contratamos un Auditor interno, persona joven, independiente de todas las actividades del grupo de personas, cuando se inicio el trabajo de pruebas al control interno de dicha compañía, el auditor efectúo una prueba sobre el manual de funciones y atribuciones, descubriendo que el control interno de la empresa era deficiente, derivado a que la persona que mencionamos anteriormente, era un pagador de planillas y dentro de sus funciones se encontraban la captación de efectivo por medio de sobrantes de pago de salarios, la misma persona efectuaba la partida contable por medio de la cual simulaba el ingreso a los bancos, posterior a ello la misma persona efectuaba la conciliación de Bancos.

La sugerencia que dio el nuevo auditor fue la de quitarle la función de contabilidad y que otra persona efectuara las partidas de ingresos y una tercera persona conciliara los bancos.

Como resultado de dicha reestructuración de funciones se descubrió una terrible y dolorosa verdad; la persona muy querida por todos y de una amplia reputación, resulto ser un defraudador, y durante años se apropiaba de dinero de la Organización sin que ninguno se diera por enterado, incluso el Auditor de la empresa quien dormía en sus procedimientos ordinarios rutinarios y ortodoxos no logro detectar tal situación.

Dicho defraudador descubrió lo que en sentido de fraude se le denomina “oportunidad”, el encontró oportunidad derivado a fallas del control interno de la compañía.

Actualmente los fraudes corporativos dejan millonarias perdidas a las empresas, por ejemplo en Argentina han dejado hasta un 5% de su facturación, en USA han dejado por año el valor de US $ 463,000.00, en Guatemala aun no se tiene cifras, pero se cuenta con elevadas cantidades de perdidas originadas a los fraudes corporativos.

Las compañías Guatemaltecas pueden ahorrarse estos inconvenientes teniendo un adecuado sistema de control interno y un Auditor interno de campo verificándolo en cada momento, un auditor interno capacitado y decidido a velar por los intereses de la compañía, teniendo como principales funciones la evaluación del correcto control interno de la compañía y la asesoría permanente a los socios de la empresa.

Muchos creen que tener un Auditor interno dentro de la organización representa gasto, pero a nuestro criterio esto es una inversión, se ha logrado comprobar que las empresas que cuentan con el auditor interno han logrado incrementar sus márgenes de utilidad, derivado a que dicho auditor interno cierra todas las puertas del fraude, elimina las oportunidades y los colaboradores de la empresa, aun estando muy necesitados de recursos, temen ejercer una acción fraudulenta.

Por lo que el consejo va para los empresarios, si quieren ahorrar varios miles de quetzales perdidos en los fraudes, tenga dentro de sus servicios a un Auditor interno.

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2 comentarios:

  1. Muy Interesante.!!! Gracias por ayudarnos a
    descubrir quienes nos hacen mal..

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